Parques y reservas: Parque Nacional del Lago Nakuru
Alrededores
Nakuru
La ciudad de Nakuru es la cuarta de Kenya por número de habitantes, pero después de Nairobi es la más importante del interior, ya que la segunda y tercera, Mombasa y Kisumu respectivamente, se encuentran en las costas del Índico y del lago Victoria. Por ello, Nakuru es la capital del interior, y su situación en el Rift la convierte en el centro neurálgico del valle.
La ciudad se fundó al abrigo del ferrocarril. Desde el principio se convirtió en la estación más importante del valle, ya que aquí la línea se bifurca hacia Kisumu y hacia Kampala. En 1902 comenzaron a sustituirse las tiendas de campaña por construcciones de ladrillo y asentamientos permanentes. Un año después, Lord Delamere, uno de los personajes más prominentes de los días de la Colonia, adquirió 400 km² en las laderas de la escarpadura del Mau, al suroeste de la ciudad, así como otros 200 km² más en Soysambu, al otro lado del lago. Delamere promovió un amplio programa para repartir tierras a sus compatriotas británicos.
Cuando los colonos poblaron la zona, sus intentos de criar ganado fueron infructuosos: los pastos de Nakuru son deficientes en hierro. Por tanto, la agricultura se reveló como la única actividad rentable.
En el centro de la ciudad se instala un mercadillo de artesanía en el que abundan los objetos fabricados con plumas de flamenco. La ciudad cuenta con algunos hoteles, entre los cuales el Midland Hotel, fundado en 1906, es quizá el más popular.
Cráter de Menengai:
El cráter de Menengai pertenece a un volcán extinguido que custodia la ciudad de Nakuru desde el norte, aunque lo hace de una forma muy discreta, ya que desde la ciudad no se aprecia la presencia de este gigante dormido.
La carretera que asciende hasta el borde del cono desde la población de Menengai es practicable en coche. En el punto más alto, a casi 2.300 m de altitud, un poste erigido por el Rotary Club señala las direcciones y distancias a varios lugares del mundo. El mayor atractivo del lugar consiste en las magníficas vistas, tanto hacia el fondo del cráter como hacia el lago desde la ladera sur. Algunas cifras: el cráter tiene una superficie de 90 km², un diámetro de 12 km y una profundidad de hasta 500 m.
El lugar está teñido de leyenda, pues en el siglo XIX fue el escenario de una batalla intestina entre diferentes clanes maasais por los pastos de Naivasha y las laderas del Rift. Los rebeldes de Laikipia, quienes no reconocían la autoridad del laibon Mbatian y además habían cometido el delito de lesa tradición de cultivar la tierra, fueron derrotados por sus vecinos del sur, los maasais de Ilpurko. Cuenta la leyenda que los moran o guerreros Ilaikipiak fueron arrojados al vacío desde el borde del cráter, y que las fumarolas que escapan de las grietas del fondo son las almas de los vencidos que suben al cielo. Este es el origen de una de las versiones sobre el nombre del lugar, que procedería del término maa 'Menenga', "los muertos".
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